Es propio de los últimos meses, cuando la curvatura de la columna se acentúa y el peso del útero es más que considerable. Para evitarlo o aliviarlo una vez que ha aparecido:
No debes...
Tomar relajantes musculares, ni aplicarte terapias de onda corta, microondas o magnetoterapia (no existen estudios que avalen su seguridad).
Sí puedes...
Cuidar tus posturas. Evita en lo posible realizar tareas domésticas. Y si no te queda otra, acuérdate de hacerlo de la manera correcta (agáchate doblando las rodillas, en lugar de arqueando la espalda, y no cojas pesos).
No estés mucho tiempo de pie ni te sientes en sillones bajos o con el apoyo para la espalda corto. Los estiramientos del yoga pueden prevenirlo.
Si ya hay dolor, pide a tu pareja que se unte los dedos con aceite hidratante y masajee con ellos, como si amasara, la zona de la nuca y los hombros; después debe bajar bordeando la columna, con las palmas de las manos abiertas y movimientos de arrastre de dentro hacia fuera. Otra fórmula: aplica el chorro de la ducha caliente en el punto afectado.
Además de la espalda, también son normales otras molestias en el cuerpo, como los calambres en las piernas o el dolor de manos.