Desde la teoría de Freud, se han realizado numerosos estudios en universidades y se ha convertido en debate habitual, pero no hay una respuesta unánime. ¿Cómo impedir que nazca el amor, el deseo, la atracción o una secreta tentación? Nadie podrá averiguar si tu amistad o la suya no están bajo la influencia de alguno de estos sentimientos.
A pesar de todo, merece la pena intentar esa sincera amistad, que tiene tres ventajas:
- Adquirir otro modo de ver la vida. El del sexo contrario, que a través de la amistad te puede enseñar a ser más tolerante y a comprenderlo mejor.
- Evitar rivalidades, ya que existen más diferencias entre los objetivos que persiguen hombres y mujeres.
- Mejorar tu relación de pareja. El amigo es capaz de descubrirte los mecanismos más complejos de los miembros de su mismo género.
¿Lo vas a conseguir?
Una amistad sincera es más fácil si tu amigo del sexo contrario es alguien a quien conoces desde hace tiempo, incluso con quien ya recorriste los caminos que podrían complicar esta amistad y que a vuestra manera conseguisteis superarlos. En todo caso, la amistad es un “tesoro” y, si a su sombra llega a surgir algún otro sentimiento, ¿quién dice que esa amistad se vaya a arruinar por eso?