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Máxima de Holanda es uno de los miembros de la casa real holandesa que más conquista con sus looks en sus salidas oficiales. El buen gusto por la moda le ha hecho ser una de las más aplaudidas aunque también se ha caracterizado por no tener un gusto clásico sino por innovar cuando la ocasión lo permite, y así lo ha hecho en su última aparición pública.
Y precisamente eso es lo que ha hecho en una visita a su espacio de trabajo a los diseñadores NUL ZES y Home of Design Kazerne donde se congregan desde escultores hasta arquitectos, y en la que ha innovado con su look apostando por colores vivos y un diseño muy rompedor que ha llamado la atención de todos los medios al verla. La monarca ha atraído todas las miradas con un abrigo de Óscar de la Renta en color rojo con estampado y un conjunto mostaza de Max Mara.
El conjunto ha sido muy llamativo y es que el contraste entre el rojo y el mostaza, y la amplitud de las prendas de ropa elegidas por la royal han destacado en el look. Sobre todo, que apenas se viera una cuarta parte de los pantalones de pata ancha color mostaza por debajo del abrigo, estilo kimono, que dejaba ver, eso sí, las botas marrones de tacón alto que conjuntaba con su bolso de asa de bambú de Uterqüe.
Y es que la inspiración oriental para este look es más que evidente aunque, una vez desprendida del abrigo, Máxima de Holanda lució muy sobria con el conjunto mostaza combinado con un collar de piedras multicolor que le llegaba a la cintura. De esta forma ha roto con los conjuntos sobrios y monocromos que ha lucido en su último viaje al Caribe, volviendo a este estilo innovador y colorido con el que tanto triunfa.
