Convencido de que Quintero había muerto, Víctor tomó las riendas de los negocios del supuesto occiso. El que era la mano derecha de Fernando parecía estar disfrutando de su nueva posición de poder. Lo contrario ocurría con Hanna, que estaba muy preocupada por la desaparición de su gran amigo y protector. Así pues, le pidió ayuda a Lidia para encontrarlo.

      Por otro lado, Eider reveló información importante sobre sobre su encuentro con Argos. Gracias a esta nueva pista y avances en las pesquisas, la policía encontró el que podría ser uno de los escondites del buscado criminal. Mientras los agentes de Distrito Sur seguían investigando el entramado empresarial de Argos, este les asestó su golpe más duro.

      Espe conoció al padre de Sheila

      Iker contraatacó y descubrió que Argos se había hecho con la lista de agentes infiltrados del CNI. Mientras tanto, Marcos reveló a su padre por qué estaba enfadado con él. “Le fuiste infiel a mi madre y eso es algo que no te perdonaré nunca”, comentó el adolescente visiblemente dolido al recordar un episodio tan duro.

      La conversación no pudo seguir adelante, porque alguien disparó a Bremón. Emilio luchaba por su vida en el hospital, al mismo tiempo que los policías trabajaban a contrarreloj para detener a quien le hirió. Marcos tenía mucho miedo de que su padre muriera y Sheila le animó a visitarlo.

      Cerca de allí, aumentó la tensión entre Víctor y Rubén. Paralelamente, Néstor le contó a Espe que había logrado recabar información sobre Adolfo, el padre de Sheila. El desconocido se puso en contacto con la agente y le pidió reunirse. El encuentro fracasó al presentarse Sheila de improviso. Por otro lado, Lidia descubrió que Quintero mintió a Hanna sobre su paradero y Víctor tramó cómo despistar a la policía.