Cuando el bebé está en camino, los papás y mamás suelen buscar mucha información y asesorarse, ya que una de las preocupaciones más frecuentes es saber reconocer cuándo el bebé está enfermo o qué problemas son los más habituales que pueden aparecer. Durante el embarazo, se suele leer mucho sobre la fiebre en bebés y cómo se debe actuar en cada caso, sobre la forma de respirar del bebé y los ruidos de los recién nacidos al respirar, para saber si son o no normales o cuándo dar agua al bebé, por ejemplo. Las dudas sobre la lactancia y el sueño infantil también son las más habituales.

Los problemas de la piel del bebé también generan preocupación, sin embargo, la costra láctea, también conocida como dermatitis seborreica, a pesar de ser una afección benigna de la piel muy común en recién nacidos, no es tan conocida por muchos padres y, cuando la descubren en sus peques, saltan las alertas, pero ¿hay motivo? Lo cierto es que no.

Qué es la costra láctea del bebé y por qué se produce

"La costra láctea es un problema de la piel del bebé, inflamatorio y común que aparece en el cuero cabelludo. También puede extenderse a la frente, orejas y cejas. Se caracteriza porque está enrojecido, con escamas o costras de color amarillento de tamaño y forma variable y de aspecto grasiento. No tiene nada que ver con la alimentación del bebé. Se llama costra láctea porque es una costra que aparece en un lactante entre la segunda y décima semana de vida, pero no se produce en todos los casos", explica el Dr. José Enrique Sánchez Martínez, pediatra y neonatólogo del Hospital Vithas Málaga.

Conoce al experto: el Dr. José Enrique Sánchez Martínez es pediatra y neonatólogo del Hospital Vithas Málaga. Pediatra subespecializado en Neonatología y con especial dedicación a los cuidados intensivos neonatales, pediatría hospitalaria y seguimiento en consultas externas. También es instructor de RCP pediátrica y neonatal, amplia formación en Banco de Leche Materna y experiencia en transporte de pacientes crítico pediátrico y neonatal.

Uno de los aspectos importantes ante la costra láctea es tener claro, como decíamos, que puede no aparecer solo en el cuero cabelludo, aunque es lo más frecuente, y saber su periodo de posible duración: "Aunque típicamente se limita al cuero cabelludo, puede estar presente en otras localizaciones y aparece en las primeras semanas desde el nacimiento y suele haber desaparecido cuando cumplen el primer año", sostiene el Dr. Pedro Viaño Nogueira, pediatra y miembro del comité editorial de En Familia, la web oficial de salud infantil y juvenil de la Asociación Española de Pediatría (AEP) dirigida a padres y familias.

Conoce al experto: el Dr. Pedro Viaño Nogueira, es pediatra y miembro del comité editorial de En Familia, la web oficial de salud infantil y juvenil de la Asociación Española de Pediatría (AEP) dirigida a padres y familias. Experiencia en consulta de Nefrología Pediátrica y consulta de Neuropediatría.

En cuanto a las causas que provocan o influyen en la aparición de la costra láctea, hay que señalar que no están del todo claras, pero "se cree que puede deberse a una hiperproducción por parte de las glándulas sebáceas del cuero cabelludo o a una proliferación excesiva autolimitada del hongo Malassezia", tal y como explica el Dr. Viaño. En este sentido, el Dr.Sánchez Martínez también apunta hacia varios factores que podrían estar implicados: "predisposición genética, disfunción de las glándulas sebáceas, el hongo Malassezia o la influencia de los andrógenos maternos. La costra láctea no es consecuencia de alergias o falta de higiene, y aunque las escamas tienen un aspecto poco atractivo, no son contagiosas".

Como mencionábamos anteriormente, habitualmente la costra láctea aparece en las primeras semanas de vida y suele desaparecer por sí sola en algunos meses o semanas, o cumplido el año, pero "en algunos casos, la afección puede volver a aparecer en forma de caspa cuando el niño llega a la pubertad" matiza el experto de Vithas Málaga.

Cómo se trata la costra láctea y cuándo puede ser preocupante

El diagnóstico de costra láctea es sencillo, ya que su aspecto es bastante característico: "El cuero cabelludo presenta un aspecto engrosado, escamoso, costroso, amarillento. Su diagnóstico es clínico, sin que sean necesarias pruebas complementarias. Mejora espontáneamente y puede cursar en brotes", explica el Dr. Viaño. Estas características, junto al hecho de que "a pesar de que a veces se presenta de forma aparatosa, se trata de una afección benigna y no produce picor a diferencia de la dermatitis atópica", tal y como explica el Dr. Sánchez, hace que el tratamiento sea sencillo: "Es excepcional que la costra láctea produzca síntomas al bebé. No causa dolor ni malestar. El tratamiento de la costra láctea tiene una finalidad estética y consiste en reblandecer las lesiones (utilizando vaselina, aceite o productos específicos) para posteriormente retirarlas con un cepillo", aconseja el Dr. Viaño.

    Por su parte, en cuanto a cómo tratar la costra láctea, el Dr. Sánchez Martínez, también apunta una serie de recomendaciones: "La costra láctea no suele requerir ningún tratamiento médico especializado. Por lo general, podrás gestionar el problema en casa. Las escamas que provoca no son fáciles de quitar, pero estos tratamientos pueden ser útiles: lava el cabello de tu bebé con frecuencia, incluso a diario, con un champú suave para bebés. Si el champú para bebés no funciona, pide al pediatra que te recomiende un champú clínico diseñado específicamente para la costra láctea. Peina suavemente el cabello y afloja las escamas con un cepillo de cerdas suaves. No rasques ni frotes la piel afectada por la costra láctea. Retira las escamas sueltas con agua. Si se observa que la costra láctea abarca una extensión demasiado grande o si se inflama y se infecta, se debe acudir al pediatra para que nos indique que tratamiento seguir, ya que la única complicación que puede existir es que se infectara alguna zona".

    En definitiva, ante un bebé con costra láctea hay que mantener la calma, ya que sabemos que no es algo grave, recurrir a la higiene y, sobre todo, tener paciencia, ya que es una afección de la piel benigna que tiende a desaparecer al cabo de un tiempo.

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    Periodista especializada en parenting y familia, educación y salud. También tengo un largo recorrido y disfruto escribiendo sobre belleza y moda femenina.


    Me encanta comunicar, contar historias e informar, por eso me decanté por el periodismo, pero también porque disfruto aprendiendo cada día.  


    Me licencié en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y compaginé después mi faceta profesional con el estudio de un máster especializado en periodismo multimedia. Desde entonces he pasado por diversos medios, seguí formándome y amplié mi pasión por el mundo online estando al frente de las webs de revistas como Ser Padres y Mía, entre otras. 


    Soy amante de la lectura, la poesía, me encanta viajar, descubrir y, sobre todo, disfruto si mis artículos ayudan a los lectores a solucionar dudas y a hacer su día a día un poquito más ameno y fácil.