Los 15 juegos de mesa infantiles más divertidos y fáciles de 2025 para niños

Un juego súper divertido de rapidez mental. Cada jugador leerá la premisa escrita en el reverso de las cartas. En ese momento, los demás jugadores deberán decir una palabra que empiece por una de las letras que tengan en sus manos. El más rápido, ganará la ronda.

Ejemplo: el jugador lanza la premisa ‘algo que te llevarías a un barco’; el resto de jugadores, lanzarán sus propuestas: Si tiene la N, puede decir ‘navaja’ o si tiene la R, valdría la palabra ‘ropa’.

No es solo uno de los juegos más vendidos de 2024 si no que se ha llevado el Gran Premio del Juguete en la categoría de Juego de Velocidad.

Si hay un juego viral, ese es Polilla Tramposa. Uno de los pocos juegos de mesa en el que el más tramposo, ganará la partida. Mientras se juega de forma limpia a poner cartas encima de la mesa con un número superior o inferior a la que está en el centro, por detrás los jugadores podrán hacer trampas para descartarse las cartas de la forma en la que prefieran, pero siempre que no los vea el ‘chinche guardián’ (que se encarga de vigilar que nadie haga trampas).

Si consigue esconder las cartas sin que los demás jugadores le cacen, ganará la partida, pues gana el que antes se queda sin cartas.

Uno de los muchos juegos de mesa educativos para niños que podemos conseguir por poco dinero. Este es perfecto para enseñar geografía a los más pequeños, pues incluye 194 cartas con datos fascinantes sobre los diferentes rincones del mundo.

Con él podrán aprender sobre otras culturas, sobre curiosidades geográficas, banderas y mucho más. Una forma divertida de aprender esta materia.

Un juego de mesa clásico como el Monopoly no podía faltar en esta selección. Es tan conocido y tan vendido que han salido diferentes versiones para diferentes tramos de edad. Aquí te traemos la versión clásica, con las fichas de jugador hechas en acero.

Además de ser un juego de habilidad y pensamiento, perfecto para muchos jugadores, también podemos considerarlo juego de mesa educativo, pues con él los más pequeños pueden aprender economía.

Otro de los juegos de mesa clásicos y más vendidos es el Catán, que nunca defrauda. También es un juego de mesa que lleva con nosotros desde la década de los años 90 y que nunca ha perdido popularidad.

Básicamente, hay que ir haciendo construcciones en el tablero con la fortuna que cada jugador pueda ir consiguiendo en cada partida. Eso sí, habrá que hacerlo con bastante estrategia para conseguir ganar.

Es uno de los juegos de mesa favoritos de esta redacción. Y no es para menos. Lo tiene todo: educativo, bonito, estético, divertido y partidas cortas pero que requieren muchísima atención.

Como decimos, las cartas que componen este juego de mesa tienen un diseño estético y perfecto para que los niños trabajen la imaginación.

Y es que, consiste en inventar historias que recuerden a cada carta. El resto de jugadores, tendrá que apostar por una carta que recuerde a la historia que cuenta el jugador que canta turno. Después, habrá que elegir qué carta es la del jugador que ha inventado la historia.

P.d: a este jugador le interesa que haya alguien que acierte la carta y alguien que no la acierte, pues será cuando más puntos consiga. Así que, para ello, hace falta ser listo e inventar pistas que solo puedan reconocer algunos jugadores.

Un juego de rapidez mental y visual con el que los niños podrán trabajar la coordinación mano-ojo.

Jugar es muy fácil, explicarlo no tanto. Dividiréis el mazo entre todos los jugadores que seáis. Ahora, con las cartas bocabajo, cada jugador sacará una (de forma rápida) repitiendo siempre la misma carrerilla: ‘taco, gato, cabra, queso, pizza’ (cada jugador dirá una palabra de esta lista de forma ordenada, a la vez que saca su carta).

Cuando una carta coincida con la palabra dicha, habrá que poner rápido la mano al centro si no queremos perder.

Este es uno de los juegos de mesa más vendidos para niños. Muy divertido y perfecto para trabajar áreas del aprendizaje como la visión espacial, la lógica y el razonamiento.

El objetivo es conseguir que la canica viaje entre las diferentes torres hasta caer en la torre roja. Para ello, habrá que construir las diferentes torres y hacer que pase por todas. Además, si queremos añadir dificultad, se puede ir construyendo a medida que se leen y se intentan seguir los retos de las cartas de reto (que tienen diferentes dificultades).

El Virus es el juego más conocido por los niños, actualmente. Aunque su lanzamiento fue anterior a la pandemia, solo hace falta entender esta para averiguar cómo se juega.

El objetivo es tener en tu poder los cuatro órganos totalmente sanos (cerebro, huesos, corazón e hígado). Ahora bien, el resto de jugadores podrán evitarlo echando virus a nuestros órganos, mientras nosotros los vamos curando poco a poco con las vacunas que también están en la baraja.

Para todos los amantes de los juegos de retos, llega este. Un juego en el que podemos encontrar 120 cartas de retos, además de una cuerda, 10 vasos, 5 pelotas, 4 dados, 2 varitas, un antifaz, un reloj de arena, un marcador y una pizarra de borrado en seco para poder superarlos todos sin mucha dificultad.

Ganará el primer jugador que sea capaz de completar 10 desafíos diferentes.

Este es, también, uno de los juegos de mesa más virales de los últimos meses. Tanto es así, que casi siempre está agotado en Amazon y El Corte Inglés.

Su dinámica es muy sencilla: consta de 110 cartas de pelusas con números del 1 al 10. La que más vale es la más alta y la que menos, la más baja; el objetivo será conseguir el número más alto posible (después de sumar las puntuaciones de todas las cartas conseguidas).

Cada jugador cogerá, mínimo, tres cartas del centro de la mesa. Todas están boca abajo. Si sale una repetida entre las tres primeras, no pasará nada, pero a partir de la tercera, habrá que arriesgar: cuanto más arriesgues más riesgo de que te toque una repetida. Si te toca, pierdes todas. Una vez te plantes, tocará el turno a los demás jugadores, que podrán robarte tus cartas si les sale una igual. Cuando el turno vuelva a ti, las que te queden en las mesa serán las que habrás conseguido en esa ronda.

Un juego muy divertido, rápido y perfecto para que los peques trabajen también el cálculo matemático porque al final tendrán que contar todos sus puntos.

Todos los jugadores, excepto uno, tienen la misma carta. En voz alta, cada uno tendrá que decir una palabra asociada a la que sale en su carta. El que la tiene diferente, no sabe que la tiene diferente, hasta que todos apuestan por él (o no) al final de la partida. Así que, para evitar ser señalado, todos tendrán que tener ‘mente vacuna’ y pensar como el resto del rebaño.

No es solo uno de los juegos de mesa clásicos que han pasado por todas las casas donde había niños, sino que sigue siendo uno de los más vendidos. Y lo es por su calidad-precio. Consiste, básicamente, en ‘operar’ al personaje, intentando quitar sus órganos infectados sin que se encienda la nariz, pues esto significará que hemos tocado algo que no correspondía. Así que habrá que tener toda la paciencia y, sobre todo, todo el pulso del mundo.

Otro juego de mesa muy conocido y muy popular es el Jenga. Un juego que asegura risas en familia durante un buen rato.

Consiste en no dejar caer la torre. Pero es muy complicado, pues cada jugador irá quitando una pieza y colocándola en la parte superior, así que en cada partida la torre estará aún más en equilibrio. Perderá el que la deje caer mientras intenta no hacerlo.

Para hacerlo aun más divertidos, el juego incluye un dado con los dos colores de la madera: claro y oscuro. Tendremos que quitar una pieza del tono que nos haya tocado en el dado.

En Play Hit todos los equipos tendrán que poner a prueba su conocimientos musicales. ¿Cómo? Respondiendo a cada una de las preguntas locas que se van sucediendo a lo largo de las cartas. Todas, por supuesto, con datos musicales.

Hay varios retos diferentes: uno para continuar la letra, otro para escuchar unos segundos de la canción y descubrir cuál es, uno para averiguar canciones a partir de mímica y tarareos y otro que son minijuegos musicales muy divertidos.